
Ingredientes:
– 200 gr de garbanzos secos que dejamos toda una noche en remojo.
– 1 zanahoria hermosa.
– 2 ajos.
– 1 cebolla tierna (lo que viene siendo una cebolleta).
– 1 ramillete de cilantro y otro de perejil.
– 1 cucharadita de levadura de cerveza o pan rallado (opcional).
– Especias al gusto: pimienta, comino, pimentón, curry, zaatar…
– Media cucharadita de levadura (y/o bicarbonato) y sal al gusto.
Ingredientes para la salsa de yogurt:
– 2 yogures naturales de soja no edulcorados (también puedes usar bebida de soja o un pepino)..
– 1 ajo hermoso.
– 2 pepinillos (opcional).
– 1 cucharadita de alcaparras.
– 1 puñadito de almendras tostadas (o nueces, avelllanas, anacardos…)
– 1 rebanada de pan tostado, o un por de regañás (opcional).
– Hierbabuena, una pizca de eneldo (si te gusta, si no nada), un chorrito de limón y sal al gusto.
Elaboración:
Formamos la masa del falafel batiendo todos los ingredientes hasta conseguir una consistencia más o menos homogénea. Lo ideal es dejarlo reposar una hora para que mariden bien los sabores y el bicarbonato (o/y levadura) haga su efecto como impulsor, aunque con media valdría. Pasado ese tiempo le damos la forma que más nos apetezca (normalmente se les da forma discoidal, como si fueran pequeñas hamburguesas…), freímos en aceite bien caliente y lo escurrimos sobre papel absorbente.
Opcionalmente, si nos ha quedado una masa muy líquida y poco manejable, se puede usar harina de garbanzos para rebozar los falafeles y darles forma antes de freirlos, o bien meter la masa en el congelador media hora para que se endurezca y manejarlos mejor..
Para hacer la salsa de yogurt y menta (o hierbabuena) mezclamos todos los ingredientes en la batidora y los trituramos.
Nota: El falafel admite muchas variantes, particularmente creo que le va bien el repollo, perejil, aceitunas negras…
Nota 2: Otra versión más sencilla de la salsa la puedes hacer con zumo de limón, hojas de menta (o hierbabuena), ajo, aceite de oliva, pimienta negra y sal.