Ingredientes:
– 3 puñados de soja texturizada (tamaño mediano).
– 100 gramos de almendras crudas y peladas.
– 1 zanahoria, 1 calabacín, 1 puerro, 1 pimiento rojo y 4 champiñones hermosos.
– Aceite de sésamo (u oliva suave), salsa de soja, jengibre rallado y harina de garbanzo.
– Sal y pimienta.
Elaboración:
En una sartén honda (o wok, si tienes) calentamos el aceite de sésamo y rehogamos a fuego vivo la zanahoria, el puerro, el calabacín el pimiento y el champiñón (que añadiremos el último, cuando el resto de las verduras hayan dorado un poco).
En una sartén aparte tostamos las almendras en aceite de sésamo y lo añadimos a las verduras.
Por otro lado rehidratamos la soja texturizada en un poco de agua con salsa de soja y el jengibre rallado (una media hora), la dejamos escurrir bien, la enharinamos con harina de garbanzos y la freímos en fuego vivo (puede ser de oliva suave, que se desnaturaliza menos a alta temperatura). Una vez frita la añadimos al resto de ingredientes bien escurridas, le ponemos el jugo en el que se ha hidratado, y dejamos reducir 5 minutos más a fuego vivo.
Notas: la soja texturizada, la puedes comprar ecológica en cualquier tienda especializada. Es especialmente interesante a granel, ya que es mucho más económica, se conserva muy bien al estar deshidratada, es una gran fuente de proteína vegetal, es versátil, sencilla de cocinar, rica y cunde muchísimo.
También le va de lujo (yo se la pongo en cuenco aparte) un poquito de salsa agridulce.