Ingredientes:
– Arroz (yo usé basmati, pero puedes utilizar la variedad que más te guste, o sencillamente la que tengas a mano).
– Trampanhuevo (harina de garbanzos con agua, vinagre de manzana y bicarbonato, que bien batido es ideal para rebozar o aglutinar).
– Alga wakame (opcional, si no te gustan el sabor marinero de las algas quedan muy ricos también sin wakame).
– Levadura de cerveza (un buen puñado para la mezcla y otro para rebozar).
– Ajo, perejil, sal, pimienta, kala namak (si tienes) y aceite de oliva para freír.
Elaboración:
En primer lugar preparamos el trampanhuevo (una cucharada sopera holgada de harina garbancera, un poco de agua, un chorrito de vinagre de manzana y una pizca de bicarbonato, todo bien batido), le añadimos el arroz y el resto de los ingredientes. El siguiente paso podemos hacerlo de dos maneras: batiéndolo todo para que quede más compacto, o bien, si hemos usado un arroz glutinoso, simplemente mezclándolo bien. Finalmente rebozamos en levadura de cerveza (o pan rallado), del cuenco a la sartén, freímos en aceite bien caliente, y de la sartén al plato sin pompa ni boato.
Nota: Son ideales para acompañar potajes y pucheros, y también para mojar en alguna salsa rica, tipo romesco o alioli. Con un chorrito de salsa tamari, junto al toque marino del alga wakame, parecen de bacalao.