Ingredientes:
– 4 boletus hermosos (edulis, pinícolas, negros…)
– 10 espárragos trigueros.
– Pasta de miso rojo (una cucharada colmada).
– Tofu duro.
– Caldo de verduras.
– Aceite de sésamo y de oliva.
Elaboración:
Hacemos el caldo poniendo a cocer la parte dura de los espárragos y la verde de un puerro o dos (si no tienes puedes ponerle otras verduras o una pastilla de verdicaldo vegano). Mientras se hace el caldo sofreímos en una sartén (mitad aceite de sésamo y mitad de oliva) el resto de espárragos en trocitos, con los boletus (en mi caso descongelados la noche anterior, escurridos y en tiras o tacos), se rehoga todo bien, se añade una pizca de alga wakame, el tofu duro y al final un chorrito de tamari hasta que evapore; se agrega al caldo de verduras y se añade una buena cucharada de pasta de miso (y si tienes, también un poco de marmite, delicioso concentrado de verduras). La potencia de sabor es maravillosa, y si se añade el agua de los boletus descongelados y escurridos y colados, mucho más. Yo le puse un puñadito de sopa maravilla, pero admite con agrado guisantes, fideos chinos…, lo que quieras. No necesita ni sal ni especias.