
Ingredientes:
– 150 g de anacardos.
– 200 g de pan duro (o unas regañás).
– 2 dientes de ajo.
– 1/2 vaso de aceite de oliva virgen extra.
– 2 chorritos de vinagre de manzana.
– 3/4 de litro de agua fresca.
– 3 hojas de albahaca fresca.
– Sal al gusto.
Elaboración:
Dejar los anacardos en remojo la noche anterior (si son crudos, si son tostados o fritos no es necesario), mezclar con el resto de los ingredientes y batir hasta que quede bien fino. Enfriar en la nevera hasta que se ponga a punto de nieve, rocío o escarcha, y tomarlo con los ojos cerrados para mayor deleite.
Nota: Si lo quieres hacer hiperfresquilicioso prueba a añadirle unos cubitos de melón. También le van que ni tintaos los triángulos de pepino y las bolitas de melocotón. Ah, y eneldo, la especia que mejor conjunta con el blanco.
Nota 2: Si no tienes anacardos lo puedes hacer con almendras, altramuces, avellanas, piñones…, todos están deliciosos.