Ingredientes:
– 6 espárragos tamaño medio.
– 1 puerro (tuve un antojo puerril).
– 400 g de tofu.
– Unos 100 g de pipas de calabaza tostadas.
– 50 ml de leche vegetal (soja, avena, almendras… la que más te guste).
– 2 ajos y un puñadido de perejil.
– 1 cucharada sopera de harina de maíz.
– 1 sobrecito de levadura.
– Sal y pimienta al gusto.
Elaboración:
Se saltean los espárragos con un diente de ajo, todo cortado bien fino (las puntas las salteamos enteras para adornal el pastel). Por otro lado batimos las pipas de calabaza, el tofu (bien escurrido), la veche, el ajo y el perejil, la levadura, sal, pimienta y la harina de maíz. Añadimos los tallos de los espárragos salteados (solo los tallos, las puntas, como digo, las reservamos para adornar). Ponemos la mezcla en un molde (untado de aceite), apretamos bien para que quede compacto y al horno unos 20 ó 25 minutos a 180 grados. Se adorna con las puntas de espárrago y a la mesa.
Nota 1: Este pastel es muy versátil, se puede hacer con espárragos, pero también con puerros, setas, espinacas, patatas, berenjenas…, lo que más te guste. De hecho yo voy a cambiar los espárragos y el puerro por patatas y cebolla frita, el molde rectangular por el redondo, y voy hacer una tortilla de patatofu al horno. Chúpate esa, Leonardo da Vinci.
Nota 2: Se puede acompañar con un hummus o praliné de pipas de calabaza tostadas. Solo hay que poner en la batidora unos 50 g de pipas de calabaza tostados, un ajo confinado en aceite de oliva, y el aceite de oliva del confinamiento (añadido poco a poco para que emulsione). Batimos hasta que quede una pasta homogénea y untuosa, le damos un toque verderón adornando con algún elemento fálico, y listo.
También le va un alioli vegano con pipas de calabaza.