
Ingredientes:
– 300 g de calabaza.
– 100 g de quinoa.
– 100 g de cebada (o trigo [normal o sarraceno], o espelta, o centeno, o avena, o arroz, o el cereal que quieras).
– Especias al gusto (yo le puse pimienta, tomillo, ajo y cebolla en polvo, orégano y sal).
– Pan rallado y aceite de oliva.
Elaboración:
Solo hay que asar la calabaza y extraer la pulpa, mezclar con la quinoa y la cebada, que habremos cocido previamente, especiarlo, pasarlo por pan rallado y freír, hornear o congelar.
Nota: Se le puede poner un poco de agar para darle más consistencia, aunque al horno ya quedan bien duritas y con una textura muy agradable. Un truco para que queden al dente y bien crujiestes es congelarlas y freírlas sin descongelar, una auténtica delicia.
Puedes hacer multitud de combinaciones, a mí se me ocurrió cambiar la quinoa por soja texturizada y queda deliciosa.