– Para el adobo: Un chorraco de aceite, un chorrete de vinagre, un chorrito de vino blanco, 2 ajos picados, pimentón a manta, laurel sin escatimal, perejil, sal, pimienta al gusto.
Elaboración:
Se parte el bloque de tofu en láminas como de un dedo de grosor y se meten al microondas u horno hasta que pierdar la mayor parte de la humedad y queden duritos. A continuación se adoban en aceite, vinagre, pimentón, vino blanco, ajo, laurel, perejil, pimienta y sal durante una hora o más. Mientras tanto se parten la patata y la yuca para freírlas al estilo pobre, se fríen, y se reservan. Finalmente se dora el tofu en una sartén a fuego vivo por ambos lados, se le añade el líquido del adobo, lo dejamos maridar unos minutos y antes de servir se agregan la patata y la yuca.
Para el risotto es importante que utilices un arroz con mucho almidón (te señalo las variedades en los ingredientes), ya que debe quedar con una textura melosa y para eso el almidón es fundamental.
Ingredientes:
– Arroz para risotto (arborio, carnaroli o cualquier otro arroz glutinoso).
– 1 Chalota (o puerro).
– 1 ajo.
– 1 pimientos choricero (o ñora, o pimiento rojo).
– 1 manojo de espárragos verdes.
– 8 tomates cherry (o una cucharada de tomate frito concentrado).
– 8 champiñones (o boletus, o la seta que tengas).
– 11 alcaparras (opcional).
– 13 aceitunas verdes rellenas de pimiento rojo (opcional).
– Caldo de verduras.
– Aceite, una nuez de margarina, sal, pimienta, finas hierbas y vino blanco.
Elaboración:
Calentamos en una sartén honda un par de cucharadas de aceite de oliva y la nuez de margarina, ponemos a pochar chalota (también valdría un puerro) y un ajo bien picados. Cuando estén pochados añadimos el arroz y sofreímos unos minutos, a continuación añadimos la carne de un pimiento choricero, unos espárragos verdes en trocitos, unos tomates cherry en cuartos, los champiñones en láminas, aceitunas verdes rellenas de pimiento en rodajas y las alcaparras. Salpimentamos, ponemos las finas hierbas y un buen chorro de vino blanco que dejaremos reducir. Finalmente añadimos el caldo de verduras caliente (que yo hice con lo más leñoso de los espárragos, pero que también se puede hacer con lo más verde de un puerro o, si no tiene, la versión exprés con una pastilla de caldo de verduras ecológico y/o una cucharada de misho), removemos de vez en cuando y al final, con el arroz al dente, añadimos un poco de perejil picado (o cilantro, o veso parmesano). Debe quedar cremoso. Al servirlo se le puede añadir un poco más de veso parmesano vegano (almendras tostadas, levadura de cerveza y perejil, todo bien molido), y ni que decir tiene que los champiñones son perfectamente intercambiables por otras setas (boletus, shitake, níscalos, seta de cardo, rebozuelos…, o una mezcla de las que más te gusten). Si eres un/a fanático/a del sabor, y quieres darle un toque más potente, un chorrito de salsa de druida (Marmite diluido en agua y/o un poco de pasta de misho) justo al final le dará un sabor más intenso, así como a beso de ninfa sintrópica.
Nota: hay quien también le pone queso vegano, o un chorrito de nata de soja o anacardo, pero a mí me parece que es un sabor demasiado invasivo y le roba el protagonismo a las setas.
– 2 cucharaditas de levadura nutricional o de cerveza.
– Sal, pimienta, y nuez moscada al gusto.
Para el relleno:
– Tus verduras favoritas (yo le he puesto puerro, pimiento rojo, ajo, tomate, guisantes y aceitunas rellenas de pimiento)
– Tus condimentos favoritos (los míos son tomillo, romero, orégano, pimentón, pimienta, nuez moscada y sal)
– Tus caldos favoritos (yo le puese un poco de caldo de verduras (aunque vale agua), vino tinto (vale blanco) y salsa de druida (o no).
Elaboración:
Lekithos es un pastel hecho a base de verduras con legumbres (opcional, yo le he puesto guisantes, pero podrían ser otra legumbre o ninguna) y cubierto con puré de patatas.
Para el puré de patatas las cueces (yo las hice al vapor), machacas con el resto de intredientes (veche de soja, margarina, levadura nutricional y especias) y reservas.
Para el relleno se ponen en una sartén con aceite de oliva las verduras cortadas en brunoise, se doran, se añaden los guisante y las aceitunas, las especias, el vino, la salsa de druida y cuando reduzca todo, el caldo de verduras. Cuando se evapore el caldo se apaga y se pasa a una cazuela de barro, encima se coloca el puré de patata, se plasma el rostro Flotón el algarabín (prescindible aunque recomendable), y al horno una media hora a 200 grados, hasta que esté bien dorado.
Nota: Lo de Lékithos le viene porque es un plato con cara de algarabato griego al que le va como anillo al dedo el nombre de Flotón.
Nota 2: Por supuesto le van de perlas las setas. las berenjenas, el calabacín… incluso le puedes poner al relleno lentejas o soja texturizada…, la cocina intrépida, la cocina mejor.
– 1 cucharada de marmite y/o pasta miso (opcional).
– 1 cucharada de maicena.
– 1/2 vaso de agua.
– 1 chorrito de vinagre de arroz.
– 1 pizca de glutamato (opcional).
– 1 gotas de tabasco, salsa Valentina o algo picantón, como una cucharada de mostaza de Dijon).
– 1 puñadito de almendras fileteadas.
– 1 pellizco de pimienta (no necesita sal, pues la salsa de soja es bastante salada).
Elaboración:
Lo primero es cortar las berenjenas en tiras gruesas (de 2×7 quedan chévere). Las desamargamo metiéndolas en agua con sal media hora y luego las asamos con aceite, sal y pimienta. Por otro lado preparamos la salsa, para la que doramos los cinco ajos bien picados y el jenjibre en aceite de oliva. Diluimos en el agua el resto de los ingredientes (3 cucharadas de salsa de soja, 1 cucharada de maicena, una pizca de glutamato, salsa de druida o marmite, vinagre de arroz, unas gotas de tabasco, una cucharadita de mostaza de dijon, unas almendritas fileteadas y pimienta), y lo agregamos a los ajos y el jengibre. Finalmente salteamos el sithake conrtado en tacos con un poco de aceite de sésamo (o de oliva, si no tienes), añadimos las berenjenas asadas, maridamos unos minutos para que se integre bien todo, y a la mesa.
– 300 g de garbanzos cocidos (pueden ser de bote).
– Unos arbolitos de coliflor.
– 6 shitakes.
– Para el sofrito: 1 ajo, 1 cebolla, 1 pimiento rojo, 1 tomate, un puñadito de almendras, un chorrito de vinagre, otro de vino blanco (o whisky, o ron), sal, pimienta, pimentón dulce, tomillo, romero, caldo de verduras, o agua, aceite de oliva y una hoja de laurel).
– Opcionalmente: 1 chucharada de marmite y/o miso y otra de mostaza de Dijon.
Elaboración:
Tan fácil como sofreir la verdura en aceite de oliva, y una vez dorada, añadir el vinagre, luego el vino o licor, y finalmente un poco de caldo o agua. Batimos todo bien y agregamos las especias, la hoja de laurel, los arbolitos de coliflor, la seta shitake troceada, y finalmente los garbanzos cocidos (si son de bote se pueden agregar, con aquafaba incluida, más adelante). Dejamos cocinar hasta que todo esté al dente y listo.
– 1/2 kilo de champiñones (u otra seta que tengas y te guste, o mezcla de varias).
– 1 ceboleta, o chalota, o cebolla blanca.
– 3 cucharaditas de pimentón.
– 1 taza de agua (algo más si luego lo pide).
– 1 tomate rallado.
– 1 cucharadita de ajo en polvo.
– 1 cucharadita de comino.
– 1 cucharada de levadura de cerveza o pan rallado.
– Aceite de oliva, sal y pimienta al gusto.
– 2 patatas y mote cocido para acompañar.
Elaboración:
Cortamos las setas a la mitad y sofreímos en aceite de oliva. Reservamos cuando estén dorados. Por otro lado ponemos las tres cucharaditas as de pimentón en un bol de agua y batimos hasta que se integre todo bien, mientras tanto vamos sofriendo una cebolleta en una cazuela con aceite de oliva, una vez dorada añadimos el agua con el pimentón, un tomate rallado (o batido), una cucharaditaa de comino, otra de ajo en polvo, un poco de levadura de cerveza (o pan rallado), sal y pimienta al gusto. Cocinamos hasta que reduzca un poco, agregamos los champiñones y un poco más de agua si lo necesita, lo dejamos hervir unos minutos, probamos, rectificamos y servimos con papa y mote cocidos.
– 4 cucharadas de mantequilla de cacahuete (también valdría tahini).
– 3 cucharadas de tamari o salsa de soja.
– 1 cucharadita de cebollino (si no tienes le puedes poner lo verde de una cebolleta, como hice yo).
– Aceite de oliva, sal y pimienta.
Elaboración:
Hay que cortar el tofu en taquitos (entreverados, ni enormes, ni diminutos) y se pone a freír en aceite de oliva a temperatura media-alta. Llevará un ratín hasta que se dore bien, así que mientras tanto, en otra sartín con un chorrito de aceite de oliva ponemos la cebolla cortada en juliana a caramelizar, añadimos los ajos bien picados una vez que la cebolla esté dorada, y finalmente los champiñones en láminas. Dejamos que rehogue y maride unos minutos, salpimentamos, ponemos el tofu (que ya estará bien frito) a escurrir en papel de cocina. Una vez que haya drenado el exceso de aceite lo añadimos a la sartén con la cebolla el ajo y el champiñón y mezclamos bien. Por otro lado diluimos la mantequilla de cacahuete en un vaso de agua caliente y lo añadimos a la sartén con el resto de los ingredientes, agregamos un poco más de agua (hasta cubrir el tofu), la salsa de soja y el cebollino. Probamos para ver si necesita un poco más de sal, rectificamos si es necesario, le damos candela y cuando se ponga a hervir lo bajamos al mínimo, donde lo tendremos unos 10 minutos.
Por otro lado hacemos el arroz basmati al vapor (importante lavarlo bien antes y dejarlo en remojo un buen rato), y a la mesa.
– 1 taza guisantes congelados o de bote. – 200 gramos de champiñones o 1 bandeja. – 200 gramos salsa tomate casera. – 100 gramos anacardos o cacahuetes (o si no tienes puedes ponerle leche de coco). – 1/2 cebolla (o una cucharada de cebolla en polvo). – 1 diente de ajo (o una cucharada de ajo en polvo) – Especias al gusto: Yo le puse sal, pimienta, comino, cayena (o algo picante, tipo ají, tabasco o chili), cúrcuma, curry en polvo y jengibre en polvo o fresco. ⠀
Elaboración:
Remojar 1/2 taza (70 gramos) de anacardos y reservar el resto para agregar picadas. En una cazuela ponemos un chorro de aceite de oliva y sofreímos la cebolla unos minutos. Cuando empiece a dorar agregamos la salsa de tomate y las especias. Mezclamos bien y ponemos los champiñones laminados, los guisantes y el agua. Dejamos cocer 10 minutos. Mientras, colamos y trituramos los anacardos con un poco de agua hasta que se forme una crema untuosa. Añadimos la crema de anacardos (también le van las castañas de caju) a la olla y volvemos a mezclar con brío. Picar el resto de los anacardos agregarlos al curry. También podemos reservar unos pocos para adornar por encima cuando presentemos el plato. Apagamos el fuego, tapamos la cazuela y dejamos un rato para que se mezclen bien los sabores antes de servir. Lo ideal es acompañar el curry con con arroz basmati y un rico naan (pan crujientito indio) o pan de pita si te has quedado sin naan.
– 100 g de judias blanca cocidas (de bote, no te compliques).
– 1 dientón de ajo.
– 1 puñadito de anacardos (o almendras, o avellanas…)
– 1 chorrito juicioso de limón.
– 1 cucharada de AOVE.
– 2 cucharadas de levadura nutricional o de cerveza (o una y una).
– 1 cucharada de agua.
Elaboración:
Rajamos las patatas al medio, las sazonamos con las especias, el aceite, el romero (opcionalmente les puedes poner también una rodajita de tomate, le va que ni tintao). Las metemos al horno media hora a 180 grados, tapadas con papel de aluminio, que luego quitamos y dejamos 10 minutos más, hasta que estén tiernas. Una vez que estén en su punto sacamos, agregamos el alioli, y a zampar.
Para el alioli solo hay que poner todos los ingredientes en el vaso de la batidora y darle candela hasta que quede bien fino y untuoso.
Nota: Yo, por mi cuenta y riesgo, le añadí perejil y una pizca de kala namak, y quedó chupilusqui.
Nota 2: Para acomodar las patatas las puse sobre una cama de berenjena blanca nariguda.
– Aceite de oliva, una hoja de laurel, sal y pimienta.
Elaboración:
Se corta el seitán en lascas finas (en una mandolina, o a cuchillo si lo tienes de acero valyrio), mientras tanto vamos dorando la cebolla cortada en juliana en una sartén con aceite de oliva. Por otro lado ponemos el ajo bien picado en otra sartén con una hoja de laurel, añadimos el seitán en lascas, doramos, apagamos, ponemos el chorrito de salsa de druida (o marmite diluido, o tamari, o salsa de soja) y reservamos. Cuando la cebolla esté bien doradita mezclamos con el seitán y servimos todo con alioli vegano.
Nota: Esta misma receta se puede hacer aún más rica y sencilla añadiendo en la misma sartén con un poco de aceite de oliva la cebolla cortada en juliana, unas láminas de champiñón (o la seta que más te guste), y cuando empiecen a dorar el seitán cortado en lascas…, aderezamos con sal, pimienta, y bien de salsa de druida, y finalmente acompañamos de un rico alioli de anacardos y pipas. Me lo acabo de comer y me ha parecido una experiencia cuasiorgásmica.