Ingredientes:
– 1 taza de arroz glutinoso (para sushi).
– 4 láminas de alga nori.
– Espárragos trigueros y aguacate.
– Vinagre de arroz.
– Salsa de soja (para mojar el sushi).
– Wasabi (para, si nos atrevemos, untar el sushi…, aviso, pica la intemerata).
Elaboración:
Lo puedes combinar como quieras, solo espárragos, solo aguacate, aguacate y espárragos…, o de lo que más te guste (también quedan muy ricos de espárragos blancos, pepino, pimiento rojo, zanahoria, boletus…).
Lo primero es el arroz (sushi significa arroz avinagrado). Debe ser un arroz glutinoso, como el que usamos para hacer risottos. Se cuece con sal y el doble de agua que de arroz (unos 18 minutos, hasta que el agua se consuma), se pone sobre una bandeja y se peina y abanica (no es broma, hay que moverlo con una especie de peine y abanicarlo para que vaya enfriando), se añade un chorrito de vinagre de arroz y se extiende sobre una hoja de alga nori (una capa muy fina, para que pueda enrollarse bien). El alga va sobre una esterilla de bambú que nos ayuda a darle la forma. Se deja sin arroz el principio y final del alga (como uno o dos dedos, se coloca una línea de lo que hayamos elegido para hacer el sushi en la parte más cercana a nosotros, y se enrolla con cuidado. Aunque los primeros suelen ser sushiporras y quedar algo amorfos, es muy fácil y enseguida se le coge el tranquillo.
Nota: Lo normal es acompañarlo con un poco de salsa de soja o con wasabi, una pasta de rábano picante (pero que muy muy muy picante) que a mi, personalmente, me chifla.