Ingredientes:
– 1 calabaza con la pulpa fibrosa (como las de Halloween).
– 2 ajos por kilo de calabaza.
– 1 cucharada de pimentón dulce por kilo de calabaza.
– 1/2 cucharada de pimentón picante por kilo de calabaza (opcional).
– 1 cucharadita de orégano por kilo de calabaza.
– 1 chorrito de aceite de oliva.
– Sal y pimienta al gusto.
Elaboración:
Asamos la calabaza hasta que esté bien blandita, dejamos atemperar, la desmenuzamos con las manos hasta que quede una pasta fibrosa y dejamos que suelte todo el líquido sobrante. Una vez que le hemos retirado todo el líquido agregamos las especias, picamos muy finos los ajos y los añadimos, mezclamos todo muy bien y formamos pequeños cilindros oblongos a forma de choricillos, que podemos hacer más finos o más gruesos, dependiendo de nuestra querencia por unos u otros calibres. Llegamos a este punto podemos hacer tres cosas. Si tenemos deshidratadora es tan sencillo como colocarlos en las distintas bandejas, y esperar a que se deshidraten, si no tenemos podemos hacer esta misma operación en el horno, sobre una bandeja y con papel de hornear colocamos los calarizos a baja temperatura (unos 60 grados) y esperar a que se deshidraten (lleva unas cuantas horas, así que paciencia). La tercera vía es la más pueblerina, consiste en darle la forma usando film y colgarlos como se hacía en los pueblos en un sobrao o lugar seco y fresco donde se irán curando de un modo natural. Este último proceso lleva varias semanas, así que tú verás.
Nota: Es importante no pasarse ni con la sal ni con las especial, pues al deshidratarse los sabores se concentran. Si tienes sal ahumada le puedes dar un toque, o incluso ahumarlo, que tampoco es tan difícil (venden humo líquido que, con unas gotitas, te ahuman la intemerata, o alguna especia que lo incluya, como el condimentador para burritos sabor barbacoa que le puse yo). También le pueden poner alguna grasa aglutinante, como el aceite de coco, o añadir soja texturizada menuda y/o oriteñuba de guisante…, las posibilidades son casi infinitas. Es ideal para bocatas, frito o crudo, en guisos, revueltos, etc… También puedes hacer unos ricos bollos preñaos usando la masa del pan artesanal, como hice yo.
