
Ingredientes:
– Bebida de soja o caldo de puerros (con dos tazas quedan cremositas).
– Harina (dos cucharadas bien colmadas).
– 2 puerros bien picados.
– Margarina (1 cucharada para hacer la bechamel).
– Un pedazo de veso azul o aroma de veso azul en polvo (el de Violife la va bien, pero vale cualquier otro).
– Un buen puñado de rúcula o espinacas bien picado (también le quedan bien las hojas de rabanito, bledo, cenizo, malva, achicoria…)
– Sal, pimienta y nuez moscada al gusto.
– Aceite de oliva para freir.
Para el rebozado:
– Harina Yolanda (o de garbanzos), agua, harina normal y pan rallado.
Elaboración:
Lo primero es calentar la margarina en una sartén y sofreir el puerro bien picado. Una vez que esté transparente lo retiramos y en esa misma sartén, agregando un chorrito de aceite de oliva, ponemos la harina y la cocinamos unos minutos, añadimos la bebida de soja y removemos sin parar para que no se formen grumos, finalmente poemos el veso azul (cantidad graduable según apetitos), la sal, la pimienta y la nuez moscada (todo al gusto). Cocinamos sin parar de remover, probamos y, si fuera necesario, rectificamos. Finalmente retiramos del fuego y dejamos enfriar.
Por otro lado preparamos el rebozado: Yolanda o harina de garbansos (con un poco de agua hasta que espese y haga de trampanhuevo, también se le puede agregar una pizca de bicarbonato y un chorrito de vinagre para neutralizar el sabor a harina, e incluso, si te gusta, una pizca de sal negra del Himalaya para darle un toque azufrado), harina, otra vez Yolanda, pan rallado y a freir en abundante aceite de oliva. Si quedan muy cremositas (que es como deben quedar), para manejarlas mejor se puede meter la masa al congelador un ratito, hasta que endurezca.