Ingredientes:
– Garbanzos para los que seáis (80 g por persona, 150 si están cocidos.
– 1 chalota (o cebolleta, o cebolla).
– 1 puerro.
– 250 g de rebozuelos (sustituibles por shitake, boletus, champiñones, o la seta que más te guste).
– Caldo de verduras.
Elaboración:
Se pican y pochan una chalota (o cebolleta, o cebolla…) y un puerro…, una vez pochados se añade un poco de chorizo ahumado vegano (o no), se rehoga unos minutos y añadimos las setas elegidas. En esto que seguimos pochando, y finalmente, cuando parecía que nos iba a olvidar, aterrizamos del fantaseo y ponemos los garbanzos cocidos (de bote o de olla)…, cubrimos de caldo de verduras (o agua) y en 30 minutos está listo.
Apostillas:
Yo le puse también unas finas hierbas y le rallé un poquito de jengibre. El caldo lo hice con un sobrecito de sopa miso (lo ideal hubiera sido que fuera de sopa o crema de champiñones, pero no tenía). Una pastilla de caldo de verduras, a ser posible ecológica, le va igual de bien…, o un chorrito de salsa de soja…, se me acaba de ocurrir.
Si no te van las setas, porque no te gustan, o porque tienes miedo de envenenarte, le puedes poner soja texturizada (hidratada, enharinada y frita, como siempre)…, aunque entonces tendrías que cambiarle el nombre a la receta y llamarlo trampampollo con garbanzos.
También le puse una pizca de pimentón y media de cayena…, lo confieso, me encantan las cosas rojas y picantes…
Lo sé…, en esta receta me he puesto un poco plasta con las apostillas…, sorry, prometo que volverá a repetirse.