Ingredientes:
– 3 patatas.
– 6 champiñones.
– 1 puerro hermoso.
– 1 puñado de espinacas (opcional).
– 1 cucharada de margarina.
– 1 chorrito de tamari.
– Algo para rebozar (Crumbs, pan rallado, algo nuevo y sorprendente…)
– Aceite de oliva, sal y pimienta.
Elaboración:
Mientras cocemos las patatas (lavadas y con piel) vamos sofriendo en una sartén con un poco de aceite de oliva los champiñones, el puerro y las espinacas; cuando estén doradas añadimos un chorrito pequeño de tamari o salsa de soja (no hace falta sal, el tamari ya es salado y además le da un toque ahumado delicioso). Dejamos enfriar y mezclamos con las patatas peladas, una cucharada de margarina, sal y pimienta. Batimos hasta dejar una pasta fina, espesa y bien amalgamada. Formamos las bolitas, las rebozamos en algún crujiente (los kikos machacados le van bien, pero venden montones de rebozantes tipo crumbs que son muy baratos y cómodos, también puedes usar pan rallado) y freímos en aceite de oliva bien caliente.
Nota: Tal cual quedan deliciosos, pero si le quieres dar más potencia de sabor puedes añadirle alguna especia sabrosona, o hacer como hice yo y ponerle un poco de marmite* y/o queso vegano. También lo puedes acompañar de alguna salsa tipo alipioli.
Nota 2: Me encanta poner nombres nuevos a las comidas que hago, es lo que tiene la cocina vegana (además de ser sana, ética y deliciosa), es tan creativa que nunca dejas de inventar platos…
*Marmite es un preparado vegano a base de levadura de cerveza fermentada y enriquecido con vitamina B12 que está para chuparse los dedos. Se usa como potenciador del sabor para guisos, sopas, cremas, etc… En el Reino Unido lo usan incluso para untar tostadas. Se puede conseguir por internet o en tiendas especializadas.